La Morena

Llegó a mi vida no recuerdo cuándo, debe ser por la emoción del momento en que la recibí! Sus curvas, su estilo, sus cromados intactos, esos neumáticos lisos, el bronceado perfecto... Me dejaron hilando baba!

No hay por dónde perderse... Entre escoger una setentera y una montañesa super ultra sofisticada con 100 cambios a la que tenga que mandar a reparar siempre porque se me gastaron los frenos, entonces prefiero la viejita con años de experiencia y un freno inmortal de vieja escuela: "El freno Torpedo".

Jorge.

No hay comentarios: